A partir de 1937 y durante casi 30 años, la Mutua además de la dedicación a sus tareas fundacionales y, a medida que recibía la autorización del Gobierno de la Nación, pasará a desarrollar una labor puntera en Aragón en la creación y gestión de un gran número de seguros.
| “Todavía en plena guerra civil, la Mutua obtuvo autorización para cubrir las prestaciones del Seguro Libre de Enfermedad” |
Varios fueron los motivos que llevaron a la MAZ a plantearse asumir estas nuevas actividades. Por un lado, la obligación de cubrir una demanda real, facilitando las nuevas prestaciones y coberturas a sus asociados, para quienes la Mutua había demostrado ya una eficacia probada; por otro, la necesidad de no perder e incluso ampliar su cuota de mercado respecto a otras sociedades pertenecientes, además, a un sector en aquel momento poco estable y no demasiado profesionalizado; y por último, el hecho de que en aquella época el Estado no ofrecía las prestaciones que ahora garantiza y los distintos ramos del seguro tampoco se encontraban tan especializadas como en nuestros días.
De tal forma que ya el 8 de julio de 1937, todavía en plena guerra civil, la Mutua obtuvo la autorización para cubrir las prestaciones del Seguro Libre de Enfermedad siendo inscrita como Mutualidad de Servicios Completos con el nº 339, en la Dirección General de Sanidad.
Más adelante, el 11 de noviembre de 1942, fue autorizada para realizar Seguros Individuales para toda clase de Accidentes; el 27 de marzo de 1944 para actuar en el Seguro de Accidentes de Agricultura; en 1944 en el importantísimo Seguro Obligatorio de Enfermedad, como Entidad Colaboradora número 1 de la Caja Nacional del Seguro Obligatorio de Enfermedad; también un 30 de octubre de 1947 es autorizada la MAZ para implantar el Seguro Mutuo de Incendios; y por último, a partir del 15 de junio de 1950, para prestar el Servicio Sanitario de Urgencia para los Seguros Obligatorios de Viajeros y en los siniestros catastróficos para las tres provincias aragonesas.
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