La
memoria es una habilidad que como tal puede entrenarse para su
mantenimiento y mejora. Este reto entendido como entrenamiento
para estimular, supone seguir realizando
conexiones (sinapsis), entre las neuronas, factor clave que
enlentece la progresión del deterioro en las personas mayores.
A menudo pensamientos erróneos que vivimos como ciertos,
establecen asociaciones de ideas que interfieren con el
mantenimiento de una expectativa de vida autónoma. Existe
evidencia científica de que nuestro cerebro posee la capacidad
de regenerarse y rejuvenecerse, mediante los retos:
Para reducir la dependencia y el deterioro, se necesita
estimular a nuestro cerebro haciendo cosas que le requieran un
cierto “esfuerzo”.
Cuando todo es monótono, cuando apenas buscamos estímulos
intelectuales, cuando hacemos siempre las cosas de la misma
manera, nuestro cerebro no necesitará esforzarse. Por el
contrario, al buscar nuevos desafíos, ante la
experiencia de realizar nuevas actividades, cuando buscamos
hacer las cosas de manera diferente, entonces estaremos
presentando nuevos retos al cerebro de manera que necesitará de
nuevas conexiones para acometerlos. Esta es la manera en
la que se ejercita y mantiene activo al cerebro.
Cuando determinadas capacidades caen en desuso, al no
entrenarlas, les ocurre igual que a los músculos que dejan de
estar estimulados por la falta de ejercicio físico.
El cerebro, al igual que nuestros coches, nuestras casas como
todo aquello a lo que dotamos de una “amplia expectativa
de vida”, necesitará de un buen mantenimiento, para que
éste sea lo más amplio y sobre todo autónomo
posible.
Es en el individuo sano donde se produce la reserva
cognitiva. Es decir aquellas cosas cultivadas a lo largo
de nuestra vida y que son ciertamente precursoras de longevidad
independiente, PROTECTORES en definitiva:
o
Control del riesgo vascular:
la hipertensión arterial se asocia directamente con la
afectación de diversas capacidades cognitivas en la vejez.
o
La diabetes,
el tabaco, la obesidad, el colesterol están relacionadas con
problemas médicos o diversas alteraciones cerebrovasculares,
fundamentalmente arteriosclerosis y sus consecuencias: infartos
lacunares y accidentes cerebrovasculares. Causando deterioros de
mayor o menor repercusión en la autonomía de las personas.
o
La
intervención nutricional de las personas suele producirse tarde,
y nuestra alimentación guarda una relación directa con la idea
de reserva cognitiva, ya que muchos de los distintos elementos
nutricionales, regulan especialmente el funcionamiento de las
células del cerebro y del sistema nervioso. Un déficit en ácido
fólico, vitaminas B12, B6, C, E, A, D, K, betacarotenos y omega
tres, deben ser resueltos con una dieta adecuada. Se aconseja
una ingesta elevada de verduras, frutos secos, pescado,
legumbres, frutas, cereales, aceite de oliva (grasas
monoinsaturadas). Disminución de consumo en carnes
rojas. Consumo de antioxidantes cerebrales (vitamina E).
o
Los ácidos
grasos omega-3 poliinsaturados son cada vez más propuestos como
suplementos dietéticos con la capacidad de reducir el riesgo de
deterioro cognitivo leve.
o
Paseos 3
veces por semana o el equivalente a 120 minutos de actividad,
dado que la práctica de ejercicio físico en distintas
intensidades es un importante predictor de longevidad. Además de
actuar en el estado anímico de quienes No lo practican. El
ejercicio físico supervisado fortalece el balance y equilibrio
postural, ejercitando la musculatura, previene el miedo a las
caídas.
o
La práctica
de las actividades de ocio proporciona una mayor protección de
la estimulación de las funciones cognitivas: practicar hobbies
como jardinería, cocina, tocar algún instrumento musical,
viajar, aprender idiomas nuevos; Se ha comprobado que personas
con hábitos de más de 5 años seguidos de lectura, actúan como
una buena estrategia preventiva contra el desarrollo de
deterioro cognitivo.
o
Mantenimiento
de relaciones sociales ya que la soledad y el aislamiento se
asocian a mayor deterioro cognitivo. Las relaciones con los
otros generan un ambiente externo estimulante, motivador y
protector de la autoestima.
o
Dormir lo
suficiente es importante. Facilita la plasticidad neuronal y
fortalece las conexiones neuronales. Las investigaciones
sugieren que la consolidación, proceso por el cual el recuerdo
se vuelve estable, tiene lugar durante el sueño.